Estoy nerviosa. Dentro de algunos días haré mis pininos contando algunos cuentos para niños, no son de mi autoría, así que para mayores señas entro directito al mundo de los cuentacuentos.

Tal vez no tengo nada más que contar, porque ustedes tienen mucha imaginación y se podrán dar cuenta que mi nerviosismo es por causa del siempre temible enfrentamiento con los niños. Pero no, siempre hay algo que contar.

He leído en voz alta desde que aprendí a leer, pero de ahí a leer en público y ante niños que lo mismo pueden darse la vuelta e irse o aplaudir desaforados fingiendo felicidad para que ya se los lleven por un helado, hay mucha diferencia.

Por eso estoy preparándome. ¿Cómo? Pues leyendo. He estado ensayando, leyendo el primer cuento que escogí una y otra vez, descubriendo la personalidad de los personajes, su color, lo que los hace reír y buscándoles un tono particular.

Debo confesar que en los primeros ensayos, me daba pena, sí yo sé estaba sola, pero supongo se trata del pánico escénico. Voy de a poco, no crean, es como ir encontrando mi propia voz.

Escogí un cuento de Pescetti que es una belleza, es de su libro Nadie te creería, se llama 'Partido' y corresponde con todas las características de humor negro que tan popular han hecho al escritor y músico argentino. Acabo de escoger mi segundo cuento que se llama 'Bolita' y es de una escritora mexicana que se ha vuelto muy famosa por estos rumbos, M. B. Brozon.

Para completar el tiempo de lectura, media hora, me hace falta escoger otro texto, si ustedes saben de alguno que les guste, me encantaría que dejarán la referencia en un comentario. Si no, pues no le hace, de todos modos tendré que escoger lo que falta de aquí al lunes, para que no me agarren las prisas.

Ya les contare cómo me va en esta próxima aventura, mientras tanto si a alguno le interesa la lectura en voz alta o ser cuentacuentos, aquí pueden encontrar algunos tips para empezar con la práctica, a cualquier hora, en cualquier lugar.