Hay que echarse a volar...


Tres veces estuve a punto de que la lágrima me escurriera mientras veía "Up".

Era imposible contener en ocasiones tanta dicha y en otras tanto impacto.
Ya una vez me habían estremecido los globos, fue cuando vi en la película de "Carandiru", una escena crucial cuando uno de los reos termina un globo de cantoya y lo echa al vuelo después de referir que nunca va a salir del lugar.
Pero "Up" tuvo más magia para mi, principalmente en la metáfora que implica ponerle globos a una casa, cuántas veces no he querido ponerle globos a mi cuarto e irme lejos, lejos.
Y es que el viaje, el hablar de un viaje para mi es mágico, encontrar en ese transcurso de tiempo lo que soy, lo que quiero ser, que mis ojos miren cosas desconocidas, cumplir sueños añejos y sueños nuevos que nacen a cada minuto.
Todo lo tiene "Up" esa fascinación por cumplir las fantasías, los episodios que hacen que la vida vibre, la pulsión vital que no se debe olvidar.
Después de la película, con más ganas quiero seguir construyendo ese álbum de fantasías que se vuelven de esta realidad, aunque el simple hecho de soñarlas quiera decir que ya están aquí conmigo.

**Y mira que me quede pensando: ¿será que el viajar representa la alegría por regresar a casa?, lo sigo pensando Turiquitaca, lo sigo pensando...

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1 comentarios:

Arturo Rosales Chávez dijo...

ayy no se cómo se hace esto ya ves que algunas cosas no se me dan mucho

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Donde la locura es la única que sobrevive.
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