Te pude haber hecho con mis manitas una tarjeta con hartos corazones rojos, pero también con mis manitas te estoy escribiendo esta cartita.
Tal vez pude haber visto un tutorial en youtube de cómo hacer el mejor regalo con material de rehuso para los novios adorados, aunque hubiera ocupado el mismo tiempo que estoy utilizando para hacer esta cartita.
A lo mejor pude escaparme y comprarte el regalo más caro jamás imaginado, pero no. Estoy aquí escribiéndote porque se me ocurrió que esto sí será una sorpresa.
¡Te amo tantísimo! Y aunque hoy es tu cumpleaños y un ¡felicidades!, sería lo indicado, la verdad es que lo que quería decirte era ¡gracias!
¿Por qué? Pues cómo que por qué. Mira, me dejas amarte todos los días, me cuidas, me proteges, pero sobre todo me amas y me adoras. Además, ¡vamos a tener un hijito juntos!
Aunque no sólo es eso, también me consientes, me abrazas, eres mi compañero de equipo y estás de mi lado, me das el avión cuando lo necesito y otras veces me das el empujón que me hace falta.
Eres corazón mi colibrí, eso no es nuevo, ya te lo había escrito en alguna otra ocasión.
El caso es que soy muy afortunada de tenerte a mi lado y de poder despertar contigo para decirte ¡Feliz cumpleaños!
Así que ya me voy a dormir para despertarte mañana y darte un enorme abrazo y pedirte que leas tu cartita. Aunque lo más seguro es que te despiertes primero y hayas leído este post y todos mis planes de sorpresa se adelanten con el amanecer. Jeje.
No importa, lo único que me interesa es que seas muy feliz, no sólo en tu cumpleaños, sino siempre, espero estar aportando aunque sea un poquito.
Gracias cielo.
Te amo
Tania